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viernes, 29 de agosto de 2014

¿La metodología de los servicios públicos en Santa Marta está bien regida?

Por Katrina Saurith y María Paula Sossa 
Según el Dane, en un censo elaborado en el año 2012, encontrado en el plan de desarrollo actual de la Alcaldía de Santa Marta, en la ciudad  hay 461.900 habitantes de los cuales más del 50% ocupan los estratos 1, 2 y 3. El sobre poblamiento en este sector ha provocado que al momento de pagar los recibos de servicios públicos, todos los usuarios de la ciudad, cancelen el costo total del servicio generando en los habitantes un gran descontento.
Lo anterior, es debido a la mala distribución de la población lo que revela un desbalance entre los subsidios que reciben los estratos bajos y la contribución que hacen los usuarios de los estratos altos.

De acuerdo a la ley 142 del año 1994, la cual se encarga de regular la normatividad de todos los servicios públicos domiciliarios del país, las comisiones de regulación creadas, definen las metodologías tarifarias para evitar abusos de las posiciones dominantes de las empresas de servicio público por ser de carácter monopólico.
María del Pilar Melo
Estas comisiones son la CRA, Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico y la CRE, Comisión Reguladora de Energía, las cuales cumplen con la función de ser entes reguladores del mercado.
Según la ley reguladora, hay 5 criterios fundamentales establecidos con el fin de no causar el desbalance en la distribución de los servicios domiciliarios. Uno de ellos es la suficiencia financiera que se encarga de constatar que las tarifas de una empresa no quiebren. Otra, es el costo económico en el cual las tarifas reflejan lo que debe costar la prestación del servicio público. La tercera, es la neutralidad en la cual la tarifa que se calcula, debe ser la misma para todos.
La cuarta, es la simplicidad y transparencia para que los usuarios conozcan qué se les está cobrando y la última es la solidaridad y redistribución del ingreso en donde cada usuario paga el monto exacto de acuerdo al estrato en donde está ubicado.
“Los estratos 5 y 6 y los industriales y comerciales, pagan una contribución adicional que cubre los subsidios de los estratos 1 y 2. Como son más los usuarios de los estratos 1,  2 y 3, no alcanza para pagar todo. Aquí entra a jugar un papel importante el municipio, a través de unos montos de participación para cubrir el déficit que se presenta entre subsidios y contribuciones. Esto hace que todos los usuarios terminen pagando el costo total del servicio que se determina con base en las metodologías tarifarias”, comenta Victoria Sánchez, Comunicadora Social y Periodista, docente de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia, Unad.
En el caso de la empresa encargada del alcantarillado y saneamiento básico de Santa Marta, Metroagua S.A. E.S.P., en el año 2004, se estableció una nueva metodología tarifaria conocida como la 287, e            n la que se demuestra el valor de costos medios de administración y operación.
Hugo López
Hugo Alberto López,  auxiliar de contabilidad de la empresa, dice que “Metroagua ha seguido bien las normas y reglas del servicio que maneja. Lo que sucede es que en el año 2004 cuando se cambió el régimen tarifario se planeó aportar una gran  cantidad de dinero presupuestada. Actualmente, de unos meses hacia acá se ha tenido que invertir mayor cantidad de dinero de la que se había pensado. Pero eso es algo relativamente normal siempre que se planea a largo plazo”.
María Martínez, habitante del barrio Mamatoco, argumenta que la empresa no está cumpliendo un buen papel, pues desde hace 6 meses no tiene agua en su casa y la factura le llegaba con un monto mayor del esperado.
Contrario a esto, el señor Luis Corredor, Coordinador de Tarifas y Regulaciones de Metroagua, afirma que “la empresa obtuvo este año una eficiencia del 98% en sus gastos administrativos y un 100% en sus costos operacionales y que las pérdidas de agua en realidad han sido pocas a pesar de que por falta del preciado líquido la gente manipule el medidor o coloque motobombas.” Y afirma que “lo que se le cobra a los usuarios es sólo lo que pasa por su medidor”.
Luis Corredor
La cobertura y calidad de los servicios son indicadores del nivel de vida de una nación. El acceso masivo a los servicios básicos constituye un factor fundamental en el proceso económico y social de cualquier país.
A ello, la Ejecutiva de Costos de Electricaribe, María del Pilar Melo, menciona que “la empresa ha realizado un buen trabajo en cuanto a la distribución del servicio de energía pues gracias a la regulación de la CRE, se entrega un balance general de los costos en los que incurre la empresa y se presenta a los organismos estatales encargados de estipular del valor del kilovatio de energía. Este valor varía aumentando o disminuyendo mensualmente”.
El esfuerzo nacional para mejorar la cobertura de los servicios públicos domiciliarios a lo largo de los últimos años, ha sido muy significativo pero no es suficiente. Son necesarias grandes inversiones en el futuro para que los grupos más pobres tengan acceso a los servicios básicos.

En Santa Marta, aún hay inequidad a la hora de la distribución de los servicios. Mientras que las empresas prestadoras del servicio público domiciliario (luz, agua y gas) declaran la buena regulación de los entes en cuanto a la distribución del mismo, los ciudadanos siguen insistiendo en que la ciudad está mal estratificada y se encuentran insatisfechos  con los valores de los servicios públicos.

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