El país se encuentra
viviendo conflictos económicos, políticos y sociales por la crisis recolectada
a lo largo de la historia, con iniciaciones en el gobierno de Juan Manuel Santos, en cuanto a su política económica y social.
Se revela que el país se encuentra en un
ámbito, que tiene todavía muchas tareas por realizar.
La administración del presidente Juan Manuel Santos se ha visto
envuelta en escándalos de corrupción, medidas
que, por supuesto, afectan a la parte del sector agrario. Los colombianos tendrían que hacer un
cumplimiento de ley, donde se favorezca
el crecimiento económico a largo plazo en la medida en que fortalezca
las instituciones; en particular, cuando
la entrada de capital internacional requiere capacidad por parte del Estado.
Sin embargo, la disminución
de la corrupción por sí sola no garantiza mayor crecimiento y aquí es
importante tener en cuenta los demás elementos socioeconómicos.
El apodo de “deuda
histórica” fue aceptado por Tirios y Troyanos en su momento, se ve afligido en el tiempo que se da el paro
agrario, que son los mismos agricultores, ganaderos, quienes hicieron estas
revoluciones para llevar a cabo una lucha, queriendo imponer negociaciones que
no iban de acuerdo con los hechos del momentos.
Se puede decir que el
crecimiento se debe a construcciones de vivienda, pero se estaría tapando la
realidad, donde el crecimiento de construcciones no es el que va hacer que
Colombia progrese. La agricultura es la que le está dando, en pocas palabras,
de comer a Colombia. Estos agricultores, que día a día, se esfuerzan por sacar
un mejor producto, donde todo aquel que lo adquiera se sienta gustoso con este.
El crecimiento económico en
Colombia, pocas veces les da los beneficios a personas de escaso recursos. Los gobernantes
saben que es en este sector donde ellos van a encontrar la mayor producción en
votos electorales y grupos económicos.
América Calabria
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