Santa
Marta sirvió de escenario para traer a teatreros de diferentes países en la
vigésima quinta versión del Festival Internacional de Teatro del Caribe. Una
semana entera en la que las plazas, las calles, colegios y escenarios se
llenaron de color y de historias con los mejores libretos que este año, se
congregaron en el festival.
En
el transcurso de la programación cultural samarios y visitantes han tenido la
oportunidad de disfrutar presentaciones en espacios abiertos y cerrados, como
lo es la Plaza de la Catedral uno de los principales escenarios escogidos. Allí,
espectadores pudieron encontrar todo
tipo de manifestaciones teatrales como lo es el
teatro de calle, malabares y en el caso de la compañía Titilar de
Venezuela, teatro infantil, donde países como el
mencionado anteriormente, Brasil, España y por supuesto Colombia, como
anfitrión, han tenido gran participación.
La
directora del festival, Patricia Moreno, emocionada por esta nueva versión, que
trae consigo el segundo foro de artistas por la paz y una nueva edición de la
exposición de arte, es verídica es confirmar la importancia de generar estos
espacios en una ciudad tan pequeña y, a pesar de la oposición de la
gobernación, por no querer prestar las instalaciones del Centro Cultural del
Magdalena, mejor conocido como la Gota de Leche, la semana de teatro le brinda
a la ciudad un respiro lleno de arte y de cultura.
Según
José Anaya, jefe de prensa del festival, la aceptación por parte del público
samario fue gratificante, en la inauguración más de 400 personas asistieron al
evento y en lo que respecta a los medios de comunicación a nivel regional se
mantuvieron en contacto, reportando toda la programación del Festival de Teatro
del Caribe. Medios como La WRadio, Caracol Radio, periódicos como El
Tiempo, Hoy Diario del Magdalena y El
Informador han estado de una manera activa en cada evento.
El
festival recibió el protagonismo esperado y aunque se está trabajando en la
promulgación del mismo a nivel nacional, los esfuerzos no son en vano. El director argentino, Dante Hernández, presentó
su obra la noche del día martes y allí cuenta como este festival ha servido
para presentar a Santa Marta a nivel internacional. En Argentina conocen sin
límites el nombre de Cartagena, pero desde que ellos, fielmente, asisten como
participantes de la semana de teatro, en Argentina conocen más de una ciudad
costera colombiana, conocen a Santa Marta.
No
solo el arte de las tablas está creciendo con este festival, exposiciones de
arte abren sus puertas en la inauguración de la semana del teatro. En esta
versión, Javier Mejía, curador independiente, se encargó de organizar dicha
exposición, y este año los artistas del Magdalena y de Sucre, decoraron las
paredes de la sala expositora.
El
curador expresa lo agradecido que está por estos espacios que hacen de vitrina
para expositores con mucho talento, pero pocos conocidos en la misma ciudad.
Admite que el camino es largo para generar una cultura de amor por el arte,
pero todos estos años del festival han hecho su diferencia y eso es lo que
refleja este año, con toda la atención dada por los medios y por la ciudadanía.
La
exposición trae a la ciudad cuadros, acuarelas, performance, instalaciones y
una de las más curiosas series, unos cuadros hechos únicamente con lapicero,
por la artista, samaria por adopción, Ana María González, una Guajira enamorada
de la Perla, que cuenta como el arte llega para cambiar experiencias y esto es
lo que necesita Santa Marta, espacios dispuestos a ofrecerle a la ciudadanía
una introducción con el arte y a partir de allí ir generando un cambio.
Ana
Cecilia Vargas directora y bailarina de la compañía La Espiral de Bogotá llegó
a Santa Marta a presentar dos duetos de Danza contemporánea uno llamado De los
Amores y otro Puesto en el Cielo, dos piezas que hablan de las relaciones
humanas, el amor, desamor, estar con alguien o perderlo, este es el quinto año
asistiendo al festival aunque piensa que
la aceptación ha sido buena, cree que como ciudad se puede dar más en cuanto a
la apertura a las iniciativas teatrales y el acogimiento de estos escenarios.
Heyner
Ferreira productor del programa Santa
Marta Positiva, cuenta que esta iniciativa fue abierta al público como una idea
para culturizar la ciudad y como medios
de comunicación cree que tienen un compromiso con la parte cultural de Santa
Marta de mostrar aquella parte que
parece invisible, pero que se está logrando poco a poco, entonces su tarea como
medios es hacerlas visible.
Álvaro
Uribe, cineasta de la Universidad del Magdalena, cree que en una ciudad que
cuenta con una escuela de cine, estos escenarios son necesarios para adquirir
cultura, una que según él por lo general se adquiere leyendo y participando de eventos de este
tipo, importantes en la vida social, para tener un criterio claro a la hora de
opinar o participar de estos temas.
El
Festival Internacional de teatro del Caribe, ha sido el espacio para traer
arte, cultura, teatreros, tablas que convierten cuentos en magia, calles que
pasen de ser simples calles a escenarios vivos de historias fantásticas. Este
año, el festival ha llegado a su fin y con él los payasos y los colores del
arte escénico anuncian su retirada, pero el legado sigue siendo cada día más
latente a nivel nacional e internacional.
Santa
Marta está generando una nueva cultura, dentro de su perímetro urbano y fuera
de sus límites. Aquí la ciudadanía está introduciéndose cada año, un poco más,
en esta cultura y fuera de la periferia colombiana, se habla de un festival de
teatro que hace 25 años baña las calles de una ciudad pequeña a la orilla del mar.
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