Por Joheinys C. Sánchez Villamil
Años de historia
representados en árboles que adornan la ciudad, al parecer están siendo un
estorbo para la modernización y desarrollo de esta. Con el pasar del tiempo, la
localidad va en vía de crecimiento, y esto se ve reflejado en las
construcciones de edificios y centros comerciales. Pero resulta que, algunos
árboles de gran tamaño como el de caucho, son el ‘dolor de cabeza’ de algunas
constructoras.
El lunes 17 de febrero se
definiría la situación de un árbol de caucho que se encuentra ubicado en la
calle 22 con carrera 4 de Santa Marta. Todo esto debido a que desean empezar la
construcción de un centro comercial en el lote, pero la presencia del árbol ha
entorpecido el proceso. Muchas personas, que han crecido por los diferentes
sectores que rodean el frondoso palo, recuerdan con nostalgia todas las
experiencias vividas frente a este.
Sin embargo, la constructora
decidió compensar la tala del árbol, por la siembra de, aproximadamente 150
árboles o más, o sino, el traslado del caucho. Aunque, solo ha sido una opción,
pues no quieren ir en contra de las personas que quieren conservar el palo. Es
complicado decidir qué hacer, pues se trata de un recurso natural que ha
sobrevivido de las manos del hombre por muchísimo tiempo, pero la constructora
promete un centro comercial con, alrededor de 250 locales.
De igual manera, hay muchos
casos de constructoras que deciden “perdonarle” la vida a los árboles y hacerlos
parte de sus construcciones. Este tipo de árboles, en especial el trupillo, fue
declarado hace cuatro años como árbol insignia de la ciudad. Por lo que
deberían preservarse y cuidarse, ya que hacen parte de la historia de la
localidad. E incluso, existe un frondoso y viejo caucho ubicado en el barrio
Tayrona, donde dicen que reposaba Simón Bolívar.
A esta causa se han unido
personas de varias partes del mundo, quienes por medio de la difusión por
twitter conocieron el caso, y se han mostrado solidarias mandando mensajes a
través de la tendencia llamada: “#SalvemosElÁrboldeCaucho”. En conclusión,
¿Será posible que la creatividad de la constructora, de para construir un
centro comercial con un gran árbol de caucho dentro como lo han hecho en otras
partes del mundo? Ó, ¿Realmente la constructora, en caso de llegar a un acuerdo
con la comunidad para talar el árbol, si cumplirá con la siembra de los 150
árboles? O en dado otro pacto, ¿Serán capaces de trasladarlo a otro sitio, y a
dónde sería llevado?
Todo dependerá de la
creatividad de la constructora. Sería novedoso construir un lugar lleno de
tecnología y lujo, y a la vez que lleve la insignia de la ciudad para darle el toque personal. Sin duda, sería
muy visitado. Ya imagino a la cantidad de turistas tomándose fotos con el
caucho, y las personas que lucharon por esta causa estarán conformes. Cambio y
fuera.
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