En
el pasado reinado del 2011, se vieron mujeres hermosas con cuerpos esbeltos y caras agraciadas, pero lo
cierto es que muchas de ellas se hicieron
en un quirófano. De hecho, los críticos
del reinado y en especial la Virreina universal del 2008, Taliana Vargas afirmaron que este año hay más
cirugías que personas.
Si
una mujer que ocupo el segundo lugar en ser la más bella del universo, llegó a
esas conclusiones, qué queda para
nuestra sociedad, la cual
diariamente le exige al género femenino, estar
a la línea , tener senos grandes y un cuerpo esbelto a cualquier
costo.
Basta
con mirar a la pantalla y ver que la
televisión es cómplice al reprogramar las mentes de niñas, jóvenes y adultas incitándolas
a cirugía plástica, en los programas en donde la mujer es mostrada como un objeto.
O
el famoso caso en china: en el que la madre le aplicó botox a su
hija para que ganara un concurso.
Me pregunto: ¿a dónde va a parar la sociedad y en especial la mujer en cuanto
al tema de la belleza? La respuesta es corta
y sencilla: la muerte, como en muchas
veces ha ocurrido.
Esto
nos deja ver que la estética se
encuentra a la vanguardia del mundo actual, y que quizás es la más apetecida
por las jóvenes. Personas que viven
obsesionados por quitarse o aumentarse partes de su cuerpo sin importar el
costo y el riesgo que corren al realizarse este tipo de procedimientos, que en
ocasiones parecen inofensivos, algunos de ellos son: el moldeamiento de
nariz e inyectarse grasa en los glúteos.
Pero la realidad que los medios impresos
nos brindan, es que dos de cada diez jóvenes, mueren en estos procedimientos
“sencillos”. Y me atrevo a decir que de ese porcentaje nueve son mujeres.
Aún así,
las cirugías plásticas y sus múltiples procesos, para embellecer lo que
de por si es bello; puesto que es creación de Dios; no son las culpables de
aquellas que mueren en un quirófano, ya que,
estos procedimientos se crearon para
satisfacer las necesidades de la sociedad y en este caso la de alcanzar la belleza ideal.
De
hecho si esta sociedad, de la que tanto
he hablado y culpado, no hubiese inventado los reinados para escoger
la más bella; en Colombia y en el mundo
no existieran la anorexia y bulimia, habría
menos mujeres operadas y más hombres que
valoraran nuestra belleza interior
Despertando a la realidad, los antes dicho, es
una utopía. Pensar que la sociedad cambie el estereotipo de belleza, es algo
con lo que nos toca convivir, afrontar y enseñar a las futuras generaciones que
el cuerpo es solo la carrocería y que lo
que importa es lo de adentro: el alma, ese motor que permite que nos movamos y
que esa carrocería puede tener defectos de fábrica y rayones.
excelente q buen articulo
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