Por Sharit Romero Bolaño
Alcanzar la paz, ¿un sueño o realidad?
Si
bien se dice que para alcanzar la paz es indispensable la intervención de
Uribe, el cual, en vez de hacer que esta fluya la obstaculiza, por más que se
le busque una solución para que este salga de una vez por toda del proceso,
Uribe aún sigue como quien dice atravesado como una mula muerta. Por otro lado,
sería importante contar con el Centro Democrático, si estos pusieran su patria
por encima de los partidos, pero no quiere decir que ellos sean la clave
principal para conseguir la paz; la llave de esta los tenemos los colombianos
de manera individual por medio de nuestros ideales y la búsqueda de un mejor
mañana.
Por
medio de las conversaciones en La Habana, Álvaro Uribe Vélez se ha puesto en el
papel de humillar esta noble causa en busca de la paz, dejando en evidencia su
obsesión por la guerra como forma de vida, haciendo así que el país vuelva a su
pasado, lleno de guerras, falsos positivos y Urabeños. Y, a su vez, haciendo
señalaciones contundentes en contra de cualquiera que apoye este proyecto.
Ahora bien, cabe aclarar que nuestro
presidente Juan Manuel Santos y nuestro ex presidente Álvaro Uribe Vélez,
tienen un pequeño enlace, debido a que ambos han cometido ciento de errores y
responsabilidades que destruyeron en un entonces el país, pero teniendo, cabe
aclarar que cada uno de ellos siempre ha tenido un obstáculo, su ego.
Debido a esto, me atrevo a
decir que alcanzar la paz podría llegar a ser un sueño o una realidad, ya que
ambos candidatos están cortados con la misma tijera y, aunque uno quiera
cambiar el país y el otro no, en un inicio iban por el mismo camino. El ex
presidente Uribe dice que: “Santos es un judas”, ya que este lo traición ó realizando un acercamiento con la
FARC, pero lo que este no ve es que, al contrario de él, Santos quiere una
Colombia en paz, que se pueda salir a las calles sin el miedo de ser atracado o
morir en una esquina.
Por lo tanto, viviremos en el
mismo de venir hasta que los conflictos entre estas dos figuras finalicen y la
llamada traición acabe o hasta que Uribe deje a un lado su rencor plasmado en
las redes sociales como el Twitter. Pero, mientras tanto, seguiremos en la
inseguridad de nuestras vidas y a menos
que nuestra sociedad no se deje aplastar por redes sociales y tenga voz y voto
en este proyecto de paz que beneficiara de una manera rotunda a nuestro país.
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