Colombia es un país que, infortunadamente, no ha sabido manejar
correctamente su economía dado que no tiene un poder político propio que nos haga independientes de otros países, siendo este una patria llena de riquezas
naturales, pero estas son explotadas con el objetivo de
beneficiar a las grandes élites que
tienen a toda una nación en el acabose,
solo por mantenerse en un estatus social que los hace parte de la
oligarquía.
Un ejemplo claro de lo
explicado anteriormente, es la subasta que se le está realizando a Isagén, una empresa que está catalogada entre las 20
electrificadoras del mundo de alta sostenibilidad. Lo más importante, es que
ayuda con la conservación del medio ambiente, aportándole más beneficios y
ayudando con su crecimiento. Es una
absurda decisión que ha tomado el Ministerio de Hacienda y el presidente Juan
Manuel Santos, llevando el poder como
unos simples tiranos y acabando con el patrimonio nacional de un país.
¿Cómo es capaz el
gobierno colombiano de vender una empresa que nos da poder económico? Su
respuesta está en los beneficios que estos obtienen, dado que este gobierno es
el títere de aquellos países que tienen
excelente manejo económico. El poder político quiere acabar con la economía
colombiana; una de sus principales víctimas de estos atropellos son las comunidades
nativas, quienes son despojados de sus tierras, evitando el crecimiento
económico campesino y no permitiendo una verdadera reforma agraria.
Nosotros somos las
verdaderas víctimas de las descabelladas decisiones tomadas por el gobierno
de nuestro país, o más bien las
decisiones de otros países las cuales las marionetas de nuestra nación
tienen que cumplir. Porque no son capaces de crear una política estratégica que
nos guie a un modelo económico digno de cumplir y que favorezca a todo un pueblo
con necesidades de un cambio positivo.
Escribió:
Danesa Bermudez
Sexto semstre
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