Para nadie es un secreto que el gobierno del actual
presidente, Juan Manuel Santos, el cual ha durado seis largos años, desde el 7
de agosto de 2010, ha estado impregnado de corrupción, cinismo, negligencia y
un montón de cosas más, sin olvidarnos de que él es el intérprete de una de las
mayores traiciones a la patria, por lo menos así lo sentimos los que votamos
por Santos, al dar la espalda a la
política e ideología de Álvaro Uribe Vélez, quien fue el encargado de subir a
Juan Manuel Santos.
Hoy, sábado 2 de abril de 2016, se convocó una marcha en todo
el país, liderada por el partido Centro Democrático y sus dos grandes
representantes, Oscar Iván Zuluaga y Álvaro Uribe Vélez. En esta reunión, los
colombianos no luchamos en contra de la paz, marchamos a manera de protesta de
todas las irregularidades que ha tenido el actual gobierno.
La paz sin impunidad, el narcotráfico, extorsión, apagones,
pérdida de San Andrés, inflación, etc. fueron las principales líneas de
discurso que se estuvieron utilizando a nivel nacional para la movilización del
2 de abril. Que la gente se levante en contra de Santos, pidiendo su renuncia,
no implica que el presidente vaya a renunciar de inmediato, se trata de que
asustemos al mandatario y se dé cuenta de que los colombianos estamos cansados
de que nos vea cara de tontos, y, sobre todo, que entienda que no tragamos entero.
Lo más importante de esta marcha, es que en la bandera
colombiana, que con mucho honor y amor se lleva, se levanta la palabrea PAZ, pero
no la paz que pretende imponer Santos, sino una paz verdadera, una paz que se
sienta, como se sintió en algún momento cuando Uribe devolvió la esperanza y
tranquilidad de un país sin secuestros, y masacres.
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