COLOMBIA, PAÍS DE MORAL Y ÉTICA POR MODA

Por Andrea Collantes

Los últimos días se ha escuchado hablar y protestar a casi toda Colombia acerca del ahora famoso video del ex viceministro Carlos Ferro  y el capitán de la policía Ángelo Palacio, en el cual se logra presenciar una conversación subida de tono entre dos adultos, aparentemente homosexuales, que ha logrado alborotar ese ‘panal de abejas’ que había estado apaciguado durante maso menos 6 años.

Entonces, es aquí cuando se evidencia que la memoria y la ética de los colombianos va graduándose y cambiando de acuerdo al trama y la actualidad, pues hace unas semanas el tema más importante y por lo que todos comentaban en las redes y daban gritos en el cielo era por la despreciable situación que atraviesa La Guajira, y las infortunadas muertes que suceden a diario por cuenta de la desnutrición.

Sumándose a esto, la senadora Claudia López publica un video en el cual culpa la corrupción como principal causa de este hecho tan lamentable, pues ella dice que la falta de recursos en La Guajira es responsabilidad completa de los políticos corruptos que durante años han gobernado dicha región del país, situación que ha ido empeorando y sumándose a esto el agravante del periodo de fuerte sequía que atraviesa todo el país por cuenta del fenómeno del niño.

Video con el que estoy totalmente de acuerdo,  pues como dice López, la desidia de los gobernantes que han tenido al mando los últimos años los guajiros, es la principal causa de este penoso panorama que hoy viven especialmente los Wayuu, pues, además del cambio climático, lo que ocasiona que los niños mueran de hambre y sed, es la falta de recursos y de políticas que protejan y salvaguarden esta comunidad, pues nada pueden hacer ellos en medio de un desierto sin aunque sea una fuente de agua potable.

Para ponerse a pensar y reflexionar, no hay que dejar que la moda de un video pornográfico, que al fin de cuentas no le interesa a nadie, o cualquier desviación que traten de dar los medios, deje a un lado un problema muchísimo más importante, de hecho, un problema que debe tener una pronta solución porque, de no ser así, pronto habrán más muertes, más pérdidas y muchos más municipios y serranías afectadas por el problema del agua, que se traduce también al problema de corrupción.