Por Maria Carolina Babilonia Acosta
En el proceso de
profesionalización, me han inculcado siempre que la verdad prima ante todo lo
que te rodea. E incluso puedo afirmar que de ello depende la credibilidad que
poco a poco vas obteniendo. Es una controversia lo que desata una investigación
proveniente de un “Ente” de orden
público como lo es la policía, algo irracional e incoherente la posición de
esta institución, de quienes nos dirigen sean los que infrinjan.
Es injusto que un periodista por
colgar a la luz pública parte de una pieza de investigación sea juzgado y
desprestigiado. No encuentro palabra para categorizar la posición irreverente
del país ante tal incongruencia. El enfoque del periodismo se tilda errado, porque
como portador de la noticia que es lo que nos compete en realidad, es
exponernos también a las consecuencias de dichas investigaciones, a los pro y a
los contra. A una causa y un efecto.
He admirado a Dávila, por su
labor periodística y no ha sido el primer caso de investigación que la
periodista requiera tiempo y búsqueda de
fuentes, todo esa labor hace parte de un proceso. Y de un buen resultado. En
este caso no fue así, por tratarse de esta
institución que a su vez maquilla una realidad para ser beneficiada y
poder evitar tener más acusaciones de las que tiene inculpadas, y sortear ser
calificados y expulsados delante de todo un país por severo escarnio público.
Ante esta situación prefieren evitar
solicitar una renuncia y frenar “dignamente“a estos cargos públicos, lavándose
la manos y a la periodista obviar meter las manos en vasijas calientes, caso
que solo se observa en Colombia. Por informar verazmente; Que ahora no solo se
enfrenta a acusaciones sino a toda una sociedad que la tilda y la envuelve
negativamente por cumplir su labor periodística.
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