Yo
siempre he sido una fiel seguidora de la famosa frasecita “Cuando de hablar de
los pecados de los demás se trata, todo el mundo es santo”, y si usted no me
cree vaya y lea a la gente que yo sigo en twitter,
esos andan por ahí con el teléfono en la mano emitiendo valores de juicio a
cualquiera que se le cruce en el camino.
La
reciente controversia, y de la que –sin intención de caer en exageraciones-
todo el mundo está hablando, es el vídeo en el que se “hace saber” que Ferro es
marica. El tema asume relevancia porque el objetivo de su publicación no era
dejar saber la personalidad sexual del exviceminstro del Interior, sino valerse
como una prueba para desenmascarar la famosísima por estos días “Comunidad del
anillo”.
Pobrecita
Vicky. Todo el mundo la tildó de antiética, morbosa, poco profesional, y todas
esas cosas feas que a la gente le gusta decir. Pero, ¿si usted hubiese tenido
tanto tiempo investigando sobre este tema, y se encuentra con una prueba de
esta magnitud, no la hubiese publicado?, mi mamá dice: “Eche, sí, pa´ ver si de
una vez por todas nos dicen que es lo que pasa allá en la Policía, no ves que
allá tengo a un sobrino”.
Y
hay más gente con familiares en la policía, que el tío, que el papá, que el
amigo o el ex novio, qué importa, uno por todos lados se tropieza a gente de
esa institución y es el oficio de los periodistas dejarle saber al pueblo que es
lo que pasa allá adentro o en cualquier otra institución pública que nos
afecte.
Yo
también lo hubiese publicado, no sé si todo, no sé si lo hubiese recortado, no
sé si de inmediato o en ese medio, ¡Pero lo hubiese publicado!, por Ferro no me
preocupo porque él tiene bastantes abogados, por su esposa tampoco porque ella
“sabe que no es marica” y por sus hijos menos porque “asumen esto con gran
madurez”, lo que a mí me hubiese llenado de emoción es la respuesta de la
institución, a ver si estamos inventando o qué.
Hay
ciertas cosas que me disgustan, y, obviamente, no es la publicación del vídeo, es más
bien esa posición de mojigatos que asumimos ante el hecho, porque eso sí, se la
pasan reclamando que el periodismo colombiano tiene un sesgo de información que
beneficia al poder, pero cuando se hace una publicación de este tipo se las
vienen a tirar de indignados, como si no les hubiese gustado tener un tema de
interés para comentar.
¡Me encanta! Lo que escribes es muy cierto. La gente critica de día lo que hace de noche, le pasó a Vicky Dávila y nos pasa a todos.
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