Buscar en este blog

viernes, 21 de marzo de 2014

La bahía más linda de América, sin agua para sus residentes

Por Íngrid Alvarado y Eliana Redondo

Los tres ríos que proveen a Santa Marta de agua (el río Gaira, Piedras y Manzanares) no son suficientes para cubrir las necesidades de este recurso en la totalidad de la ciudad.

El crecimiento continuo y acelerado de la población ha ocasionado un aumento en la demanda de este recurso natural, que solo llega a cubrirse en el 75% del territorio, según la empresa encargada de la administración y suministro del agua en el distrito, Metroagua.

La ciudad no cuenta con un sistema de acueducto apropiado para la cantidad de personas que la habitan actualmente. El acueducto existente se diseñó cuando la ciudad contaba solo con 200.000 personas; por esta razón, este acueducto no abastece a los 600.000 habitantes que residen actualmente en Santa Marta.

Hace 20 años, el acueducto es obsoleto, afirma Carlos Hernández, coordinador de calidad del agua de la Secretaría de Salud.

Las redes viejas no alcanzan a llegar a nuevos barrios, como por ejemplo, El Cisne, La Paz, El Yucal, entre otros. Estos barrios se han ido creando, según va aumentando la población que ven en esta ciudad un destino para establecerse.

Las personas que habitan en el barrio centro no cuentan con un servicio óptimo de agua debido a que las redes son las más antiguas de la ciudad; esto ocasiona que las tuberías segreguen partículas que contaminan el agua.

Hace 20 años se realizó la concesión distrital que le delegó a Metroagua el manejo total de las aguas; eso comprende las redes fluviales, acueducto y el alcantarillado. A pesar de la concesión y los proyectos que se han realizado con el objetivo de optimizar la  administración y utilización del agua, los ciudadanos aún no están conformes con la gestión que se le ha dado hasta el momento.

Los barrios más afectados son Villa Dania, Montebello, La Paz en su zona alta y Don Jaca. Estos sectores no solo carecen del servicio del acueducto, estos tampoco poseen servicios de alcantarillado sanitario.

En las áreas urbanas que no alcanza la red de alcantarillado, los hogares crean fosas sépticas como alternativa artesanal al problema.
Las fosas son una excavación en el suelo próximo a la vivienda. La dimensión de las fosas depende de la cantidad de personas que vivan en la residencia. Este hecho crea una problemática doble; por un lado, la contaminación del entorno en los casos de rebosamiento de las aguas negras por falta del mantenimiento adecuado de estas.

El otro problema que estas posas generan, es que se han dado casos de desbordamiento de aguas contaminadas que alcanzan las vías fluviales, las cuales son la fuente prima de agua potable del mismo sector y sectores aledaños.

La mezcla de las aguas negras y las aguas grises (las que provienen del uso doméstico: lavar ropa, utensilios o cocinar) promueven focos infecciosos en varios lugares de la ciudad. Esto se presenta cuando el vertimiento de estas aguas se empoza en desniveles que frenan su recorrido.

Virginia Gutiérrez, la referente de saneamiento básico de la Secretaría de Salud de Santa Marta, se encarga de coordinar el Programa de entorno saludable, el cual busca enseñar a la población que utiliza fosas sépticas a conocer y aplicar el adecuado procedimiento de su limpieza, por medio de charlas pedagógicas con folletos, rotafolios y diapositivas. Gutiérrez asegura que no es totalmente adecuado que los ciudadanos limpien manualmente los tanques sépticos, sino que la forma ideal es contratar una empresa especializada en el procedimiento de lavado y limpieza óptima.

La Secretaría de Salud se encarga de inspeccionar y vigilar cuando se presentan reboses de manjol y obstrucción de tuberías. Cuando se dan estos casos, la Secretaría  pasa el informe inmediatamente a Metroagua, que es la empresa que se debe encargar de realizar el arreglo y mantenimiento pertinente. Si no se trata este problema, se generarán malos olores, vectores infecciosos, moscos y gusanos.

El sistema que maneja la Secretaría para el control y vigilancia de la calidad del agua se basa en 46 puntos estratégicos de recolección de muestras de agua. Son 46 grifos sellados de los cuales mensualmente los técnicos encargados recogen muestras de cada punto para llevarla al laboratorio especializado que muestra los resultados de la calidad del recurso natural en 4 categorías: sin riesgo, bajo riesgo, riesgo medio, riesgo alto. En dicho laboratorio, suben las muestras a un software especializado llamado Sivicap (Sistema de vigilancia calidad agua potable).

Los resultados del Distrito, por lo general, oscilan entre sin riesgo y bajo riesgo. El mes de enero y febrero arrojaron sin riesgo, la más reciente ocasión en que ha llegado a estar en riesgo medio fue en los meses de septiembre y octubre de 2012 y se dio debido a las conexiones ilegales que hacen algunas personas, ocasionando así que se filtre arena y agentes extraños que contaminan las fuentes hídricas.

El Departamento Administrativo del Medio Ambiente (Dadma) se encarga de vigilar que los procedimientos de abastecimiento y cuidado del medio ambiente, con respecto al manejo de las aguas, se lleven de la manera adecuada. El Dadma trabaja en los sectores aledaños al perímetro urbano en los que la Secretaría de Salud no tiene control.

Este Departamento conoce a profundidad estas zonas y trabajan constantemente en mejorar su calidad de vida, explica Christian Ñungo, el ingeniero ambiental del Dadma.

El acueducto existente maneja una corriente de 700 litros por segundo; actualmente, hay un presupuesto aprobado por el Ministerio de Salud para construir otro acueducto que pueda abastecer las necesidades de toda la población y bombeará 1.400 litros de agua por segundo.

También se está estudiando la posibilidad de obtener otras fuentes hídricas de abastecimiento, donde la más conveniente es la del Río Don Diego, ya que su cauce es permanente; es decir, nunca baja a estado crítico su nivel y las aguas son aptas para el consumo humano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario