El
vallenato es el género musical por excelencia más representativo de la
región caribe colombiana; se caracteriza por sus letras escritas en versos
románticos, de despecho y amor que terminan por revelar vivencias
reales. Muchos son los artistas que se han encargado de cruzar las
fronteras con este estilo de música, llevando las melodías del acordeón a otros
países, pero ¿en qué consiste su éxito? ya que es algo fácil de observar, pero
para muchos, difícil de aceptar.
Un claro
ejemplo de lo anterior es el reconocido cantante vallenato Silvestre
Dangond, quien tras su indudable éxito, ha generado miles de controversias ya
sea por su modo de expresarse o sus diversos bailes.Es por esa razón que el
periodista Alberto Salcedo Ramos, decide dar su opinión con base en su amplio
conocimiento del vallenato, haciendo evidente su total desacuerdo con la forma
en que ha manejado su carrera el artista.
¿Es acaso
justo calificar la carrera de un artista etiquetándolo como el peor?, y más aún
¿es necesario hacer uso de un lenguaje soez y ordinario para ello? ¿no se puede
opinar sin agredir? En ese sentido el periodista incurre en su
propio señalamiento; si su intención era la de describir la percepción que
tiene del artista, a lo que a mi respecta, de cierta forma siento que puso en
practica lo que tanto criticó del exponente.
En este
momento, es preciso recordar que Silvestre es un ser humano de carne y hueso
que como muchos quiso salir adelante y formó su carrera en torno a la música;
de qué manera lo hizo y cómo ha hecho para mantenerse es lo que se debería
respetar.
Así mismo es importante resaltar
el daño que le puede causar al artista este tipo de señalamientos por parte del
periodista, quien sin medir palabras pone al descubierto todo su desacuerdo. Es
aquí donde debemos recordar que los periodistas al ser orientadores de opinión,
así como podemos darle fama y estatus a una persona,también con
nuestra opinión se puede acabar la carrera de una figura pública.
Finalmente,
mi conclusión se resume en el dicho, "para los gustos, los colores",
todos y en especial los periodistas como orientadores de opinión deben respetar
el sello personal que le imprime cada artista a su carrera, sea malo o bueno el
desempeño de este quienes podrían juzgarlo serían los seguidores, y si estos no
lo abandonan en el proceso es porque están de acuerdo con sus
actos.
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