Colombia, a lo largo de
su historia, ha estado ligada a diferentes conflictos sociales, problemática
que encierra tanto ámbito económico como político, fijando cada vez más la
brecha entre los grupos poderosos económicamente y la población vulnerable
perteneciente al sector agrario.
Aunque cada gobierno es
diferente, al parecer, todos van guiados hacia el mismo camino, insistiendo en
el fracasado modelo de acumulación capitalista del libre mercado neoliberal,
apuntalando medidas proteccionistas del capital nacional y transnacional y de
los nefastos tratados de libre comercio.
A pesar que todo el país
se ve afectado por estos acuerdos, es el sector agrario a quien le toca la peor
parte, ya que el Estado nunca le ha dado la importancia que se merece a la
“deuda histórica”, trayendo a esta población disgusto y obligándolos a tomar
medidas drásticas para hacer respetar y cumplir sus derechos, no es justo que
“los ricos sean cada vez más ricos y los pobre se ahoguen en la miseria, con
los pocos beneficios que le dejan”, he ahí
la razón del conflicto en el país, La avaricia. Y aunque datos
demuestren que estamos “bien económicamente” esto no cubre a toda la población
y al sin número de necesidades que estos tienen.
En medio de toda esta
explosión popular del paro agrario, precisamente, entre el Gobierno,
empresarios, ganaderos y latifundistas, el DANE aparece con un cínico informe
en que se registra que la economía creció en el segundo trimestre del presente año.
Esta situación registró
un gran número de afectados, es absurda esta publicación, ya que se sabe que
todo esto dejó una docena de muertos, centenares de heridos y otro tanto de
encarcelados, pero, al parecer, para ellos, en esa temporada de crisis del
país, la economía colombiana ascendió, lo que da paso a decir
“La deuda histórica no existe”.
Luis Alfredo Nieto G.
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