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sábado, 22 de febrero de 2014

¿Moda o verdadero activismo?

Por Isabel Cristina Montenegro

Muchos samarios conocieron hasta hace unos días la existencia del árbol de caucho, un árbol ubicado en la calle 22 con carrera 4, en una casa abandonada, que se ha convertido en escondite de drogadictos, vagabundos y atracadores y que más que todo es recordado por personas de más de 40 años.

Si bien es bueno preocuparse por lo concerniente a la naturaleza, también hay que mirar todas las opciones del caso, no solamente quedarse en una sola cara de la moneda. Y es que Santa Marta es una ciudad a la que el progreso la olvidó y son más los solares que existen que las nuevas construcciones que proporcionen trabajo a aquellas personas necesitadas de Santa Marta.

El árbol es uno de los pulmones de la ciudad, pero la constructora se compromete a sembrar más de 100 pulmones, y en zonas necesarias y no en un lugar en que en un futuro ese árbol se convierta en sólo un obstáculo y que también hay que recordar que los árboles cuando tienen determinada edad, sus raíces empiezan a crecer de tal forma que rompen el suelo.

Entonces aquí es donde nos preguntamos ¿dónde estaban los activistas ambientales cuando se construyó la Marina, cuando la Drummond ensució de carbón el mar, cuando se derramó aceite en Taganga, cuando han matado personas, por la mala salud, la pésima educación pública, etc…?

¿Será que entonces Santa Marta es sólo una ciudad de modas? Esos neo-ambientalistas que protestan porque el más “cool” lo hace, porque lo pueden hacer desde la comodidad de sus sillas detrás de un computador o un celular y apoyan desde ahí a un hombre en una hamaca porque es más fácil y no salen a las calles a denunciar la pésima atención de las EPS ¿será que no tenemos problemas más graves?

Y es acá cuando uno reflexiona si de verdad, vale la pena pelear por un árbol que a la final, alguien lo tumbará o algún día se caerá, será que preferimos un árbol por encima de 150 árboles y por encima de empleo para ese primo, hermano, tío desempleado que dice que en esta ciudad no hay oportunidades.


Antes de protestar pregúntese porqué protesta, pros y contras, lo positivo y lo negativo, mire diversos puntos de vista y no salga a  dar una opinión arbitrariamente, no porque algunos dicen que algo es bueno realmente lo es, no crea que es el propio activista del siglo XXI, que son más lo argumentos que le faltan que los que le sobran.

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