Por Óscar Velasco
Venezuela, pasa por días negros y oscuros por medio de protestas
y escándalos sociales. Los venezolanos no están conformes con el mandato del
presidente Nicolás Maduro, cientos de estudiantes marchan por las calles de
Caracas y otras ciudades del país, para que se haga justicia por 3 muertes de
manifestantes y aproximadamente, 91 jóvenes estudiantes presos.
Al parecer, al presidente Maduro le quedó grande el país,
no ha sabido manejar su plan de gobierno y su dictadura; qué triste que
nuestros hermanos venezolanos pasen en una crisis constante, todo es problema,
en la parte económica, salarial y de trabajo, no hay oportunidades; además han
aumentado la delincuencia, los robos; en realidad, el país está al borde del
abismo.
El presidente hace referencia a que no quiere más
disturbios y que no puede seguir soportando las guerras y los enfrentamientos
en las calles, pero ha decidido prolongar
una gran marcha por la paz, ya que los manifestantes, los estudiantes y los
opositores pretenden hacerle un golpe de estado.
Nadie está conforme, los medios de comunicación hacen su
trabajo, pero así mismo, son presionados por el estado al mostrar la
desfachatez de Venezuela. Esta lucha sigue sin parar, la tasa de homicidio
sigue incrementando a nivel mundial, la delincuencia reina ante la crisis de
los ciudadanos que buscan una mejoría, pero el presidente toma decisiones a la
deriva, sin saber qué pueda pasar y sin ningún compromiso con el pueblo.
Existe un fenómeno que está polarizado políticamente
entre el gobierno del presidente Maduro y sobre los opositores que atribuyen un
golpe de estado, teniendo en cuenta la pobreza en que se encuentran los
venezolanos y cómo puede desvanecer un país que es uno de los más beneficiados
al obtener y exportar petróleo, solo resta seguir la lucha para un cambio en
Venezuela y cambiar el régimen que está dejando al país caer.
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