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sábado, 29 de agosto de 2015

COLOMBIA, ENTRE LA PAZ Y LA HUMILLACIÓN

Por Adalberto Martínez

Ser colombiano es un privilegio, es lo que decimos todas aquellas personas nacidas en este hermoso país, pero ¿qué privilegio hay en pertenecer a un lugar donde la guerra tiene más atención por parte del gobierno que la educación y la salud?, es impresionante ver cómo los mismos colombianos son víctimas de la división política muy marcada en esta república.

El nuevo proceso de paz con los grupos subversivos que acechan al pueblo colombiano, es la comidilla de toda Latinoamérica, puesto a que se ha llevado por un camino extremadamente mediático. No es posible que en tres años y medio que lleva el proceso, es la hora y no hayan solucionado nada en La Habana. Las acciones del expresidente Uribe no es que cooperen con el proceso de a mucho, puesto que él es uno de los primeros opositores de la paz en Colombia.


En busca siempre del rechazo y de la desaprobación por parte del uribismo (grupo de personas que no superan que el mandato del presidente Uribe terminó en 2009),el señor Álvaro Uribe, a través de su cuenta de Twitter ( @AlvaroUribeVel ),publica comentarios, fotos y otros elementos que entorpecen el seguimiento crítico que se le debe dar a los diálogos de paz.

Es increíble cómo las personas se dejan engañar por alguien a quien se le ha comprobado sus nexos con las Farc, la paz que quiso lograr Uribe durante su mandato fue a punta de plomo. Y sí, pueda que las carreteras eran más seguras y todo eso durante su tiempo, pero recordemos los falsos positivos, mentiras como esas dejan por el suelo la dignidad de algunos colombianos que idolatran a Uribe como el mejor presidente que ha tenido Colombia para resolver el problema con la guerrilla.


Hasta cuándo vamos a permitir que grandes personalidades nos humillen de esa manera a nivel internacional, no todos somos corruptos, no todos queremos la guerra, pero todos sí queremos la paz, una palpable, en la que podamos crecer como sociedad, y permitirle a los ciudadanos colombianos recibir una educación de calidad y un servicio de salud decente. Ojalá y estos diálogos den como resultado lo que los colombianos llevan esperando más de 60 años, la paz.

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