Buscar en este blog

lunes, 24 de agosto de 2015

¿EL FIN DE 51 AÑOS DE CONFLICTOS?

Por Luisa Fernanda García Silva 

En la región del departamento de Tolima, que se caracteriza por está conformada por zonas que superan las temperatura bajo cero y otras que dan la sensación térmica de estar en la mitad de un desierto, nació en 1964, o bueno eso consta en los registros, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia que tenían como propósito luchar por el pueblo campesino que se encontraba abandonado por el gobierno en zonas recónditas. Con los años, su posición se fue deformando al secuestrar, atacar y asesinar al pueblo que inicialmente era su propósito de existir.

Dentro de estos años, muchas han sido las propuestas para solucionar los conflictos entre las FARC,  de las que todo el pueblo colombiano, hasta los que no existían entre 1998 y 2005, recuerdan como el intento fallido de diálogo de paz entre el gobierno de Andrés Pastrana y este grupo delictivo, donde los inconvenientes fueron mayores que la intensión principal y al final la silla junto a Pastrana quedó vacía.


Han pasado décadas  y desde el 2012 el país se entera que vuelve la ilusión de conseguir la paz por el resurgir  de un diálogo entre el gobierno, en esta ocasión santista, y las FARC. Por estas negociaciones, realizadas en La Habana, Cuba, han pasado distintas figuras destacadas como conciliadores de parte y parte, al igual que muchas han sido las polémicas desatadas por las inconsistencias del grupo delictivo, pero las más destacadas son los comentarios hechos por redes sociales por el ex presidente referente a diversos temas que engloban el proceso.

Como es de conocimiento, los comentarios de Álvaro Uribe arremetiendo a todo lo concerniente al gobierno de Santos, quién pensaría que después de tal amistad terminarían así, desde sus políticas, sus decisiones, sus posturas, sus lazos, absolutamente todo lo que él decía era criticado o atacado por Uribe, como quien dice, estaba haciéndole seguimiento a los pasos de Santos solo para generar conflictos en redes sociales, porque hay que rescatar que lo que dice Uribe dentro de ellas tiene más repercusión que lo que dice Santos.


Pero ese no es el caso, lo realmente preocupante es que personas como Uribe y sus seguidores o más bien sus idolatrantes, crean una atmósfera negativa en torno al proceso de paz, atacándolo constantemente, atribuyendo ataques o hasta calumniar a los conciliadores. En este punto es donde uno llega a pensar: si se está tratando de mejorar el país ¿esta es la posición que debería tener el colombiano que quiere la paz? O ¿simplemente es más importante mantener la guerra en nuestro país y seguir gastando dinero en guerra?


Debemos pensar a futuro y escoger cuál es la postura que nos dejará más al país, si renegar cada proceso de paz y seguir gastando un dinero en una guerra innecesaria, o aceptar el proceso y pensar que será un renacer  de nuestra sociedad, donde la plata invertida en violencia puede ser dirigida a una educación de calidad, salud u otro de los problemas que aqueja a nuestra Colombia.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario