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sábado, 21 de mayo de 2016

El matrimonio igualitario no es matrimonio

El matrimonio igualitario es una temática que ha causado gran revuelo en toda la comunidad colombiana, para muchos, no es común ver dos hombres o dos mujeres, en su defecto, dándose en matrimonio, ambos con traje de novio o ambas con vestido de novia. Lo que más ha impactado a la sociedad no es el hecho de que existan gais (desde Sodoma y Gomorra había inclinación sexual hacia el mismo sexo y tal hecho fue as7umido como abominación), sino el cambio brusco de la concepción que se tiene de una familia, conformada por el hombre, la mujer, y posteriormente los hijos.


Tras la aprobación del matrimonio igualitario en Colombia el 7 de abril del 2016, por parte de la Corte Constitucional, emergieron diversas polémicas en la que algunos procuradores manifestaron su contrariedad frente a este tema. Por ejemplo, el procurador general Alejandro Ordoñez reaccionó de manera negativa al conocer la votación a favor del matrimonio gay en la Corte Constitucional, "con esta decisión, con esta providencia, quedan definitivamente sepultados aspectos esenciales de la Constitución del 91. Hoy la vida no es inviolable, como lo contemplaba la Constitución del 91, el matrimonio no es matrimonio y la familia no es familia”.

Por otra parte, fuentes del alto tribunal señalan que “la ponencia del magistrado Alberto Rojas Ríos, a quien le correspondió elaborar el nuevo documento, no solo reconoce que las parejas gais pueden casarse en los mismos términos de una pareja heterosexual, sino que blinda la histórica decisión, que ha sido duramente criticada por la Iglesia católica y el procurador, Alejandro Ordóñez, entre otros”.
El desarrollo de una sociedad crítica se basa fundamentalmente en el respeto hacia la pluralidad de pensamientos, creencias y concepciones; sin embargo, es importante reconocer que el matrimonio es un término que ha sido introducido por la iglesia que cuya finalidad  es unir a un hombre y a una mujer quienes contraen un compromiso permanente y exclusivo, abierto a la procreación y la consecuente educación de los hijos que puedan haber. Las parejas homosexuales sencillamente no pueden llenar tal requisito, y mucho menos exigir la igualdad, físicamente es imposible que incluso realicen el coito correspondiente, que puedan concebir hijos y por consiguiente, llamarle eso ‘familia’.

El matrimonio homosexual no debería llamarse matrimonio, este tipo de unión debería ser concebida como un ‘contrato’, en el que las parejas del mismo sexo puedan sustentar que han decidido vivir juntos y compartir sus bienes y demás.

La conceptualización de la familia es más que compleja de lo que parece, esta es definida como la célula básica del conjunto de la sociedad. La familia como institución desempeña diversas funciones: por un lado, tiene un carácter formativo y educativo y, al mismo tiempo, está orientada a la ayuda mutua entre sus miembros.

Como individuos nacemos en una familia y con el paso del tiempo creamos una nueva estructura familiar. Esto significa que resultaría muy difícil entender que una pareja homosexual pueda crear tal estructura y cumplir tales funciones de la manera correspondiente.

Presentado por: Gheraldine Peñaranda Iguarán.



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