El remedio resultó peor que la enfermedad

Un video dado a conocer por las redes sociales, creó una gran polémica por la mala alimentación que reciben los estudiantes en el Cesar. Fue una docente la que filmó en el colegio Sagrado Corazón de Jesús de Aguachica,denunciando una situación reflejada en una escena que tiene a toda Colombia indignada. En el video se puede ver cómo los funcionarios de la fundación Provenir realizan una sesión de fotos con los niños haciéndolos posar con un solo plato de comida y un solo vaso con jugo.

Luego de este vergonzoso acontecimiento, han seguido apareciendo pruebas del mal estado de los llamados complementos alimenticios que hoy se entregan en los colegios del Cesar y de las malas condiciones en que alimentan a estos niños, ya que testimonios de algunas estudiantes del colegio, afirman que los maestros les entregan los alimentos en las manos, que solo quienes llevan sus platos pueden comer en ellos y que muchas veces la mayoría de menores se quedan sin bebida porque el jugo ya no alcanza.

Una vez hecha la demanda, comenzaron las investigaciones para conocer a los responsables de estos actos bochornosos. Se encontraron culpables a: Diana Margarita Trujillo Arévalo – representante legal Fundación Provenir, Juan Carlos Zuleta Neira – alcalde encargado, Henry AlíMontes Montealegre – alcalde municipal, Rodolfo Rincón Páez – secretario de educación municipal, Nicolás Julio González Monroy – secretario oficina jurídica municipal, Ariela Pallares Aantiago – supervisora del convenio en Aguachica.

Estas seis personas deberán responder ante las autoridades por delitos relacionados por corrupción administrativa como Interés indebido en la celebración de contratos, fraude procesal y peculado por apropiación. La profesora que denunció este acto atroz por medio del video recibió amenazas de muerte, las cuales fueron indagadas por investigadores que viajaron a Bogotá y estos encontraron irregularidades en el contrato entre la Alcaldía y el operar.

De todo lo acontecido con el indignante trato a los niños de Aguachica, Cesar, solo se puede decir que el remedio, al parecer, resultó peor que la enfermedad. Por crear una estrategia para que los niños del Cesar no murieran por desnutrición se presentaron muchas inconsistencias, las quejas de la comunidad son innumerables y es que no es para menos, por más que las intenciones sean buenas, no se justifica el modo como desarrollaron la estrategia, tratando a los niños como animales inconscientes.

María José Jacquin Meléndez