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viernes, 13 de septiembre de 2013

Juega Colombia, se nos olvida el paro

Por Alejandro Pinedo Araque

El paro agrario es un problema por el cual miles de colombianos se han solidarizado, mostrando su apoyo y preocupación: nos mostramos como un pueblo unido que demuestra su oposición ante las políticas agrarias impuestas por el gobierno. Pero somos un país de pasiones, un día nos indigna algo y, al día siguiente, estamos celebrando. Eso pronostico para los siguientes días, con el partido inaplazable de la Selección Colombia.

A menos de un año para el mundial, estos partidos de eliminatoria llevan mucha más atención. En lo referente al caso de Colombia, ganar este partido frente a Ecuador nos aseguraría un repechaje para el Mundial de Brasil 2014. Pero nuestro país atraviesa una crisis social histórica que no se le puede dejar de prestar atención y es un deber, como colombianos, aportar una posible solución.

Un partido de la selección nunca pasa desapercibido y menos en estos dos últimos años, donde ha venido mostrando una gran mejoría. En comparación con el agro colombiano y otros sectores, nos estamos acabando cada vez más y apenas estamos mostrando nuestra preocupación, todo porque las protestas han alcanzado el nivel de visibilización que se necesitaba, ahora debe mantenerse y el pueblo debe estar como garante de las salidas del paro.

Llevamos 12 días de juego, donde los equipos son los campesinos contra el gobierno y la terna arbitral somos el resto de los colombianos. Hasta el momento, ganan las movilizaciones, se han presentado faltas, fueras de lugar y hasta agresión verbal, pero el juego sigue, todavía no se ha dado el pito final y los jugadores se muestran dispuestos a seguir luchando.


Así como hemos demostrado que los problemas de los campesinos son una problemática de todos, demostremos que un partido no desviará nuestra atención a los problemas que afrontamos y que, al contrario, canalicemos ese ánimo y pasión que le ponemos a un partido de fútbol hacía la salida del paro, sin violencia y con diálogos, que se dé un juego limpio con las reglas claras.

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