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viernes, 27 de septiembre de 2013

Un testigo que extorsionaba desde búnker de la fiscalía

Por María Patricia Gutiérrez Martínez

Jesús Alberto Martínez Durán, declarante clave en el caso Colmenares, afronta ante la fiscalía la denuncia por extorsionista.

Desde los calabozos de la Fiscalía, Martínez le pide una suma entre 300.000 y un millón de pesos a una extraditable, para que sus hombres en La Picota eviten cualquier forma de atentado. El dinero pedido habría sido entregado en el calabazo donde se encuentra recluido y, por medio de una persona de la entera confianza del prisionero. Por estos hechos, la Fiscalía se pronunció decidiendo suspender el proceso de negociación con él,  deteniendo cualquier oportunidad con el que Martínez recibiría beneficios.


Involucrado en el  juicio por la muerte de Luis Andrés Colmenares, cuando aseguró que, aquel 30 de octubre del 2010, vio a Carlos Cárdenas y otra persona mas golpear al universitario y, luego, retractando y entregando una nueva declaración donde él había participado en la golpiza “pero que no lo había matado”, Martínez se  absorbe en su propio hueco.

Aparentemente, el juicio contra los culpados por la muerte de Colmenares no se afecta con el nuevo escándalo protagonizado por uno de los testigos. Los pensamientos de los ciudadanos y de los trabajadores del caso, llegan a decir  que consideran que Martínez perdió toda credibilidad y una muestra de lo especulado está en que, su abogado renunció al caso argumentando que su cliente no le generaba confianza. Pues que se le puede dejar a una persona que delante a la justicia cambia su declaración y, no conforme con lo realizado, vuelve y comete un acto delincuencial.

Con más de dos acusaciones en su contra, Martínez se espera el día de su audiencia donde veremos con qué saldrá y cómo buscará salir libre y limpio de cada una de los cargos imputados. Como anteriormente sabido este caso ha dado muchos giros, abarcando y desarrollando nuevas hipótesis acerca de la muerte de aquel joven estudiante de la Universidad de Los Andes.

Van más de tres años de lo sucedido y aún no se aclara lo ocurrido. Como todo papá y mamá, buscan saber la verdad y tratar de entender el porqué de lo acontecido, el dolor causado por la muerte de un hijo es eterno, pero más el dolor de no aclarar el fin de una pesadilla que para ellos no acaba por  el ir a las citadas audiencias y escuchar declaraciones y salir sin saber nada concreto. A medida que pasa el tiempo, se va enredando el gran crucigrama sobre la muerte de aquel joven villanuevero, de 20 años de edad, que apareció muerto el 1 de noviembre de 2010 dentro de un caño de la capital colombiana.


En qué acabará toda esta historia que un día inició con la muerte de alguien y hasta el día de hoy abarca una extorsión de aquel personaje que resolvería la muerte del famoso caso Colmenares: no se sabe, solo se puede decir que el único que tiene derecho para acabar con la vida de alguien es Dios, no otra persona. Lo que una vez se convirtió  en una feliz noche de Halloween, llena de disfraces, baile y una serie de tragos, hoy será el recuerdo triste en una familia quien perdió a su hijo. 

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